En la cocina, como en otros muchos lugares, siempre existe la posibilidad de que sufras un accidente.
Cuál es la mejor manera de prevenirlos? Reduciendo los riesgos!
Cómo conseguirlo:
• Mantén tu atención puesta en lo que haces.
• Conserva tu lugar de trabajo organizado y limpio.
• Tus herramientas de cocina: limpias, bien afiladas, si es el caso, y guardadas en lugar seguro mientras no estén en uso.
• NUNCA dejes tus cuchillos de cocina desatendidos y mucho menos, al alcance de los niños.
• Desconecta todos los aparatos eléctricos que no estés utilizando y antes de ensamblarlos verifica que el botón de encendido esté en posición: “off”.
• Aproxímate con precaución a las superficies calientes. Ten en cuenta que a tu alrededor puedes encontrar, sorpresivamente, elementos muy calientes (por ejemplo: sartenes y bandejas de horneo).
• Si algo te ha “sacado de casillas” espera a calmarte antes de empezar a cocinar. Ciertamente, la ira no es un buen ingrediente para tus recetas.
• Por el contrario, agrega mucho amor a lo que preparas y… Disfruta!